IMC
Este signo vital nos ayuda a comprender de manera inicial nuestro estatus de peso, y conocer si presentamos alguna situación de sobrepeso o de delgadez.
Para determinar el IMC, se consideran dos datos: peso y talla, y el número nos indica la proporción que guardan ambos datos. A continuación, te dejamos una tabla de interpretación:
Como mencionamos al principio, este es solo un indicador inicial, ya que desconocemos otros factores que pueden explicar mejor nuestra situación de peso. Por ejemplo, incluso con IMC similares:
TENSIÓN ARTERIAL
La tensión o presión arterial nos indica la presión que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias, similar al agua que sale de una manguera. Debe tener una medida óptima para que sea lo suficientemente fuerte como para irrigar correctamente el cuerpo, pero no tan alta como para dañar los vasos sanguíneos a largo plazo.
La tensión arterial se mide con dos cifras: la primera es la "presión sistólica", que suele ser la más alta y refleja el momento en que el corazón se contrae; la segunda es la "presión diastólica", que es normalmente la más baja y refleja el momento en que el corazón se relaja. Ambas presiones se miden en milímetros de mercurio (mmHg).
A continuación, te dejamos una tabla de interpretación:
Hay muchos factores que pueden elevar la presión arterial, como:
Es muy probable que no haya síntomas de tener una presión arterial elevada, sin embargo, existe el riesgo de sufrir un evento cerebrocardiovascular, un ataque cardiaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura. Por lo tanto, es importantísimo medir la presión de manera rutinaria.
En cuanto a los ataques súbitos, hay momentos en los que pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas. Si es tu caso, te invitamos a que acudas al médico lo antes posible:
FRECUENCIA CARDIACA
Como su nombre lo indica, este signo vital mide los latidos por minuto que genera el corazón, lo cual refleja el esfuerzo de bombeo del corazón.
Una frecuencia cardiaca en reposo normal para adultos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto.
Contrario a lo que se piensa, una frecuencia cardiaca baja no necesariamente implica una descompensación, sino que puede indicar una función cardiaca eficiente y un mejor estado físico cardiovascular. Esta situación se presenta en atletas con un grado de entrenamiento, cuya frecuencia cardiaca puede oscilar en los 40 latidos por minuto.
Para entender mejor el manejo de la frecuencia cardiaca, es necesario llevar un control de al menos 5 días seguidos de medición, y también considerar otros factores que puedan influir en una frecuencia baja o elevada, como:
Solo al considerar estos factores clave se podría determinar si la frecuencia cardiaca alta/baja está en una relativa "normalidad" o al menos es consecuente con el panorama general. Recuerda que una frecuencia inusualmente alta o baja, medida constantemente durante 5 días, puede indicar un problema de salud subyacente.
SATURACIÓN DE O2
Después de la pandemia de COVID-19, a todos nos resulta más fácil entender el concepto de saturación de oxígeno presente en nuestro cuerpo y los devastadores efectos que conlleva tener una saturación por debajo del 95%, lo cual podría indicar enfermedades pulmonares como EPOC o neumonía.
Hablamos de hipoxia, es decir, falta de oxígeno, cuando la saturación está por debajo del 90%, y de hipoxia severa cuando es inferior al 80%.
Además de problemas pulmonares, una baja saturación de oxígeno también puede indicar un problema en el flujo sanguíneo para transportar la cantidad necesaria de oxígeno al cuerpo.
Entre las causas más frecuentes de hipoxia se encuentran:
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