Falso. El hielo finalmente es agua, por lo tanto no genera caries como tal. Recuerda que las caries se presenta cuando hay un aumento de bacterias que se genera casi por regla general con un aumento de hidratos de carbono, esto ocasiona que el PH se modifique haciéndose más ácido y desmineraliza el diente.
De todos modos, no se recomienda el consumo del hielo tal cual ya que por su dureza pudiera lastimar el diente si es que hubiera alguna fisura preexistente.
Falso. Ningún tipo de comida o bebida por muy fria o caliente que esté causa que los dientes se “aflojen”. Lo que se puede generar es mayor sensibilidad y esto depende de la calidad del esmalte y la dentina, si son defectuosos, es probable que comiendo este tipo de alimentos exista una descarga de dolor electrico, pues la sobreestimulación llega directo al nervio.
La calidad del esmalte depende de muchos factores, tanto genéticos como de dieta, por ejemplo comidas muy ácidas puede provocar el desgaste prematuro del esmalte. Un esmalte desgastado ya no se recupera, básicamente es sólo con un trabajo estético como una carilla.
Falso. El chicle no ayuda en nada a limpiar los dientes, pues se salta el paso prioritario de limpieza, que es el barrido mecánico de las piezas dentales, retirando todo residuo de comida. En dado caso, el efecto que tiene y que si esta comprobado, es el aumento de la amilasa salival que es una enzima que ayuda a descomponer los alimentos en el estomago.
El chicle, al igual que los enjuagues bucales comerciales, cumplen una misma función: perfumar la boca escondiendo el mal olor.
Cierto. Muy cierto, el palillo de dientes termina siendo muy grueso para trabajar el retiro de comida de entre los dientes, causando que la encia se lastime. Lo mejor es cargar siempre con un hilo dental en la bolsa.
Depende. Por regla general, la recomendación es que sea de cerdas medianas, la recomendación de que sean más duras o más suaves se realizará en base a la consulta y valoración que hagamos.
Aquí también me gusta ser enfático en el tiempo que debes cambiar tu cepillo de dientes:
El cepillo de dientes guarda muchas bacterias, no sólo porque limpia tu boca, sino también por el ambiente en el que se encuentra, considerando que el baño es un lugar muy húmedo.
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