
Ya diste el primer paso: extraer tu leche.
Ahora viene una etapa igual de importante: almacenarla y usarla correctamente para que mantenga todas sus propiedades nutritivas y protectoras.
¿Te preocupa echarla a perder? ¿No sabes cuánto dura ni cómo calentarla? Respira. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para manejar tu banco de leche con seguridad y confianza.
💡 1. Solo mezcles leche que esté a la misma temperatura
¿Quieres juntar lo que acabas de extraer con una leche que ya está refrigerada? Antes, enfría la leche recién extraída en el refrigerador. Solo cuando ambas estén frías puedes combinarlas.
🔖 2. Rotula siempre con fecha y hora
Esto te permite usar la leche en el orden correcto y evitar que caduque sin que te des cuenta.
🧴 3. Usa frascos de plástico o vidrio con tapa de plástico
Evita tapas metálicas, ya que pueden alterar la calidad de la leche. Usa siempre recipientes libres de BPA.
🚫 4. Nunca uses frascos de recolección de orina
Aunque parezcan prácticos, no están diseñados para alimentos. Busca contenedores específicos para leche materna.
🕓 A temperatura ambiente (hasta 25°C):
Hasta 6 horas
🧊 En el refrigerador (0 a 4°C):
Hasta 5 días
❄️ En congelador dentro del refrigerador:
Hasta 2 semanas
🧯 En congelador separado (comparte puerta):
Hasta 6 meses
🥶 En congelador exclusivo (temperatura constante):
Hasta 12 meses (aunque lo ideal es usarla antes de los 6 meses para conservar mejor sus nutrientes)
🔥 1. Nunca uses microondas
Puede crear puntos calientes peligrosos para el bebé y destruir componentes vivos de la leche.
💧 2. Usa baño maría, fuera del fuego directo
Simplemente coloca el frasco o bolsa en agua caliente por unos minutos. No necesitas hervirla.
🕐 3. Si descongelaste la leche y la pasaste al refri:
Tienes 24 horas para usarla.
🧳 4. Si la llevas en hielera o bolso térmico:
Úsala en un máximo de 4 horas.
🔁 5. No vuelvas a congelar leche ya descongelada
Podría perder nutrientes y aumentar riesgo de contaminación.
🍼 6. Si el bebé ya tomó del biberón:
Descarta lo que sobró una hora después. No lo guardes.
No entres en pánico.
Es normal que la leche refrigerada o congelada se separe:
Solo agita suavemente el recipiente.
También puede tener un olor diferente por la descomposición natural de los lípidos al congelarse. No significa que esté en mal estado.
Sí, tu leche es única, viva y poderosa.
Y con un buen manejo, puede seguir nutriendo, protegiendo y conectando con tu bebé, incluso cuando tú no estás.
No necesitas ser experta para hacerlo bien. Solo necesitas información clara y el apoyo correcto.
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